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La policía nicaragüense negó este viernes a la oposición una autorización para manifestarse este domingo, afirmando que no permitirá nuevas movilizaciones de sectores que participaron en "un fallido golpe de Estado" en las protestas desatadas desde abril contra el gobierno de Daniel Ortega.

La policía "no autoriza ni autorizará movilizaciones públicas a personas, asociaciones o movimientos que participaron y están siendo investigados por sus acciones en el fallido intento golpe de Estado", dijo el Jefe de Seguridad Pública, Luis Barrantes, leyendo un comunicado.

Con esta decisión, la policía negó a la principal alianza opositora Unidad Nacional Azul y Blanco el permiso que había solicitado hace dos días para manifestarse el domingo.

La marcha pretendía demandar al gobierno la liberación de 600 manifestantes que están presos en condiciones "inhumanas", de los cuales más de 60 han sido condenados por "terrorismo" en base a una nueva ley que criminaliza las protestas, indicó la oposición.

La policía, sin embargo, argumentó que el propósito de la oposición "es continuar promoviendo actos vandálicos y terrorismo para afectar a las familias en las celebraciones" de fin de año.

"La denominada Unidad Azul y Blanco carece de personería jurídica y por lo tanto no puede ejercer derechos ni obligaciones conforme el marco jurídico", según la policía.

El anuncio policial fue precedido por un aumento de la presencia de las fuerzas del orden frente al edificio del privado Canal 100% Noticias (centro) y algunos puntos de la capital.

"Estamos rodeados de antimotines y turbas sandinistas que comienzan a decir vulgaridades", denunció la periodista Lucía Pineda, directora de Noticias del Canal 100%, uno de los medios que ha liderado la cobertura de las protestas.

Los antimotines también se movilizaron sobre la carretera a Masaya, una importante vía de la capital, donde la oposición tenía previsto marchar el domingo.

También reforzaron con agentes antidisturbios la entrada de la sede de la Policía Nacional en Managua, lo que impidió que dirigentes de la alianza opositora llegaran más temprano a preguntar por el permiso de movilización.

Los periodistas que estaban en el lugar dando cobertura fueron replegados por la policía, algunos de los cuales intimidaron y empujaron a un periodista de video de AFP, Luis Sequeira.

La oposición dijo que se pronunciará más tarde sobre la prohibición policial.

Las protestas, que arrancaron el 18 de abril contra una fallida reforma al seguro social, se transformaron luego de la fuerte represión contra los manifestantes en una demanda de salida del mandatario, en el poder desde el 2007.

Según grupos humanitarios la represión dejó más de 320 muertos, mientras que la policía reconoce 198 víctimas fatales que atribuye a los manifestantes.